“Entonces dijo Dios: <<Sea la luz>> y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas” Génesis 1.3-4 LBLA El poder de Su Palabra: “ Dijo Dios ”, esta frase es complementada con “ y fue así ”, poniendo en relieve el poder de la Palabra Creadora de Dios. La orden divina se cumple de manera inmediata. Lo que Él menciona con su boca se ejecuta de manera p erfecta y precisa. Sin errores y sin fallas. ¡Nada hay que Él no pueda crear! ¡Todo lo que ha dicho se cumplirá! (Ezequiel 12:28). ¡Su Palabra es poderosa! La palabra del hombre: Dicho sea de paso, el hombre no tiene ese mismo poder que Dios tiene con Su Palabra. El decir que nuestras palabras tienen poder para crear o decretar algo es herejía. El fin del hombre es este: Confiar en el poder de la Palabra de Dios y no en sus propias palabras llenas de engaño. En tiempos difíciles no somos de los que decretamos como ...
“Ustedes han sido salvados porque aceptaron el amor de Dios. Ninguno de ustedes se ganó la salvación, sino que Dios se las regaló. La salvación de ustedes no es el resultado de sus propios esfuerzos. Por eso nadie puede sentirse orgulloso”. Efesios 2.8-9 TLA Realmente estamos acostumbrados a obsequiar algo a aquellas personas que, hasta cierto punto, se han portado bien con nosotros. En nuestro interior decimos: “Le regalaré algo a aquel porque ha sido bueno conmigo”. No cuesta mucho dar cuando hemos recibido de otro. Es como corresponder por lo que han hecho por nosotros. ¿Te imaginas obsequiar algo a aquel que ha vivido ignorándote? ¡Ni loco lo hiciéramos! “¡No vale la pena gastar!” –dijéramos-. Sin embargo, ese no fue el caso de Dios con nosotros. Su amor no se basa en que nosotros seamos buenos con Él. El amor de Dios se basa en que Él es demasiado bueno con nosotros. ¿Me explico? Dios envió a Jesucristo no como correspondencia sino más bien como misericordia. ...