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#32 - SU PALABRA EN MEDIO DEL DESORDEN Y LAS TINIEBLAS | Pan Diario

 

“Entonces dijo Dios: <<Sea la luz>> y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas”  Génesis 1.3-4 LBLA

 

El poder de Su Palabra:

Dijo Dios”, esta frase es complementada con “y fue así”, poniendo en relieve el poder de la Palabra Creadora de Dios.

La orden divina se cumple de manera inmediata. Lo que Él menciona con su boca se ejecuta de manera perfecta y precisa. Sin errores y sin fallas. ¡Nada hay que Él no pueda crear! ¡Todo lo que ha dicho se cumplirá! (Ezequiel 12:28).  ¡Su Palabra es poderosa!

 

La palabra del hombre:

Dicho sea de paso, el hombre no tiene ese mismo poder que Dios tiene con Su Palabra. El decir que nuestras palabras tienen poder para crear o decretar algo es herejía. El fin del hombre es este: Confiar en el poder de la Palabra de Dios y no en sus propias palabras llenas de engaño.

En tiempos difíciles no somos de los que decretamos como si nuestra palabra tuviera poder; en tiempos difíciles somos de los que confiamos sabiendo que la Palabra de Dios tiene Poder y descansamos en ello.

 

Su Palabra en medio del desorden y las tinieblas:

En medio del desorden y las tinieblas (Gn. 1.2) Dios irrumpe con el poder de Su Palabra. Él dice: “Sea la luz”, obedeciendo inmediatamente todo lo que Él mencionó con su boca.

La solución, por así decirlo, ante el desorden y las tinieblas fue lo que Su boca pronunció. “Sea la luz”. El desorden y la densa oscuridad no fue un obstáculo para Su Palabra. La luz fue porque Dios dijo. Realmente las tinieblas no pudieron dominarla (Juan 1.5). No hay tiniebla más poderosas que Su Palabra.

La misma “solución” de Dios en el principio, sigue siendo la misma solución para nosotros hoy. Su Palabra.

Vio Dios que la luz era buena y la separó:

La luz resplandeció sobre las tinieblas y vio Dios que la luz era buena; por tal razón, el Señor separó la luz de las tinieblas. Desde un principio Jehová separó las tinieblas de la luz. Desde un principio la luz y las tinieblas no tienen ninguna relación. El problema del hombre es el siguiente: El hombre vive queriendo unir lo que Dios ya separó y separando lo que Dios ya unió.

 

Confiemos en el Poder de Su Palabra:

Querido lector, la Biblia expone el Poder de la Palabra de nuestro Dios no para que la desechemos o ignoremos sino, para que, leyendo y meditando en ellas, vengamos a confiar únicamente en Sus gloriosas Palabras.

¿Hubo algún obstáculo para que no se cumpliera lo que Dios dijo?

¡De ninguna manera! El desorden y las tinieblas no pudieron vencer al poder de Su Palabra. Esto fue en el principio y sigue siendo hasta el día de hoy y hasta la eternidad.

 

Jesús, el Logos:

Juan nos explica en su evangelio, que Jesús, el Verbo, estuvo desde el principio con Dios y quién por medio de Él todas las cosas fueron hechas y que por medio de Él subsisten y las tinieblas no prevalecieron ante Su luz (Juan 1.1-5).

 Así como Su Palabra, en el libro de Génesis, vino en medio de las tinieblas y el desorden, así Jesucristo, la Luz de todo hombre, vino a este mundo caído en desorden y tinieblas para salvarlo. Él vino a separar la luz de las tinieblas. ¡Él es realmente la luz! Por tal razón, Él llama a todos a que vengan a Sus pies. Él nos llamó de las tinieblas, a Su luz admirable para anunciar sus virtudes.

 Amados, confía en el poder de Su Palabra. Confía en Sus promesas. Todo pasará excepto Su Palabra. Una rosa es hermosa, pero a través del tiempo esta se marchita; no así la Palabra de Dios. Su Palabra sigue teniendo el mismo poder desde una eternidad hasta la eternidad. Su Palabra es hermosa siempre. ¡Nunca perecerá!

 Primeramente, atiende al llamado de Dios a Su Luz que es Cristo. Una vez estando en Él, aunque veas todo hecho un desastre, permanece confiando en el Poder de Su Palabra. No serás avergonzado.

 

H.R.Gómez


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