“Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de la profecía y guardan las cosas que están escritas en ella, porque el tiempo está cerca” Apocalipsis 1.3
¡Continuemos aprendiendo a conocer la Biblia!
Aquel que oye Su Palabra, comienza a confiar en
Dios. Sin embargo, no solo hay que oír si no también leer.
Me encanta leer libros que hablen acerca del
Señor. ¡Me gusta leer en todo el tiempo! Leyendo se aprende. Es algo que me
llena y me aclara.
Aunque he leído muchos libros buenísimos, hasta
el día de hoy puedo afirmar una cosa, ¡NO HAY MEJOR LIBRO QUE PODAMOS LEER QUE
LA PALABRA DE DIOS!
¿Por qué es tan importante leer la Biblia?
Hermano, usted puede despreciar muchos libros
escritos por hombres y no pasa nada. ¡Pero aquel que desprecia la Biblia,
desprecia la vida!
¡Hay vida en la Palabra de
Dios! Y no puedes despreciar la vida. ¡Perecerás!
Juan dice: “Bienaventurado el que lee y los que
oyen las palabras de la profecía y guardan las cosas que están escritas en
ella, porque el tiempo está cerca” Apocalipsis 1.3
Hay bendición en leer las Escrituras. Muchas
veces tomamos muy a la ligera nuestras vidas a tal punto que, en la noche ya no
hay fuerzas para leer la Palabra de Dios.
Nos afanamos cotidianamente
que nos estamos perdiendo lo mejor, ¡un gran banquete!... nos estamos perdiendo
esa bendición de leer la Palabra de Dios.
¿Cuánto estás leyendo?
A veces preferimos leer el diario, estados de
Facebook o imágenes que no edifican, en lugar de leer la Palabra de Dios.
Su Palabra dice que es dichoso el que lee Su
Palabra. Pero… ¿cómo sabrás que eres bendecido al leer la Biblia si no la lees?
Ponte una meta
Hazte el hábito de leer diariamente Su Palabra.
Puedes comenzar con un libro corto. Comienza con primera de Juan y continua
así.
¡Necesitas edificarte! ¡Necesitas del gozo que
trae el leer Su Palabra!
El hombre que lee la Biblia vive seguro y
gozoso. ¡Es bienaventurado!
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