Y éstos eran más nobles que los que estaban en
Tesalónica, pues recibieron la Palabra con toda solicitud, escudriñando cada
día de las Escrituras para ver si estas cosas eran así. Hch. 17.11
Vale mucho la actitud con que recibes la Palabra
de Dios.
John
Macarthur dice: “El estudio de la Biblia es más que solo
leer la Biblia; esto incluye una observación cuidadosa, interpretación y
aplicación. El leer le da el panorama general, pero el estudio le ayuda a
pensar, aprender, y aplicar lo que lee a su vida”.
Nota la actitud que tuvieron los de Berea al
recibir la Palabra de Dios.
Ellos eran nobles, escuchaban la Palabra con
entusiasmo y examinaban/estudiaban las Escrituras posteriormente a la
predicación. ¡Sorprendente!
Ellos no recibieron la Palabra con frialdad o
desencanto, ¡Ellos realmente estaban entusiasmados por la predicación del
Evangelio!
Sin embargo, la pasión no solo se nota en la
manera de escuchar el Evangelio sino también en la manera de escudriñar el
Evangelio.
Los de Berea no solo se conformaban con oír la
Palabra de Dios, sino que trataban de llegar al conocimiento de la Verdad a
través del estudio de la Biblia.
Ellos no solo leían; ellos estudiaban,
examinaban, se preguntaban y muy diligentemente llegaban a comprobar si las
cosas eran así.
¿Qué rasgos demostraron los de Berea al recibir
la Palabra?
Ellos eran de corazón noble y tenían pasión. Lo
cual, hacía que ellos estudiaran las Escrituras.
Hace falta nobleza y pasión:
Hoy en día hacen falta los corazones nobles y
los apasionados.
Hoy no hay corazones ardiendo por la Palabra de
Dios, sino más bien, corazones fríos tratando de adorar a un Dios Santo.
Tantos corazones marchitados por el simple hecho
que no corren hacia el agua de Su Palabra.
No hay frutos en las vidas de los “creyentes”
porque están plantados junto a tierras secas y áridas.
Pero aquel que se deleita en las Escritura
estudiándolas, es como un árbol plantado junto a corrientes de aguas (Salmo
1.3).
Y no confundas ser fanático con ser apasionado.
El fanático tiende a querer defender la verdad
sin conocerla. El apasionado vive sometido a la Palabra de Dios y conoce lo que
hace.
¿Cuánto estás estudiando Su Palabra?
Trabajamos muchísimo para obtener lo que
deseamos. ¡Nos gusta el dinero y muchos son capaces de hacer lo que sea por
ello!
En este mundo con tanta injusticia, para ganarse
la vida hay que perderla. Nosotros queremos las añadiduras antes de la búsqueda
y eso es imposible.
¿A quién aceptarían en bachillerato sin antes
pasar por básica?
Buscar las añadiduras primero, dice mucho de
donde está nuestro corazón.
Buscar sus añadiduras primero es despreciar el
Reino de Dios.
Pasamos horas trabajando por el dinero y
dedicamos, si al caso, pocos minutos a Su Palabra, lo eterno.
¿En qué estamos pensando?
¿Cómo debemos buscar la sabiduría y el
entendimiento?
Prov. 2.4-5 “Si como la plata buscares, y la
escudriñares como tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás
el conocimiento de Dios”.
¿Puedes notar la actitud que debemos tener para
buscar Su Palabra?
Peligroso aquel que dice con su boca que es
seguidor de Cristo y no estudia sus enseñanzas.
Esfuerzate en estudiar Su Palabra. Estudia Su
Palabra en todo momento. Crece en el Señor y que Dios te bendiga.
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