“Nunca se apartará de tu boca este libro de la
ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas
conforme a todo lo que está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino,
y todo te saldrá bien”
Josue 1.8
Acerca de la meditación en la Biblia, John
Macarthur explica: “La meditación es una reflexión en oración de la Escritura
con una vista a la comprensión y aplicación. Medite en oración sobre la Palabra
de Dios con el objetivo de conformar su vida a Su voluntad”.
La meditación no es algo ligero; sino más bien
algo que se toma con suma atención y cuidado.
Así como cuando una comida
está riquísima, la disfrutas detenidamente con tu paladar, asimismo con tu
mente, meditas en las Escrituras. ¡Es un saboreo en Su Palabra para estudiarla,
comprenderla y aplicarla!
Las Escrituras mismas nos indican que, ese tipo
de meditación debe realizarse en todo momento. De día y de noche (Josué 1.8)
Dentro de ese proceso de meditación diaria, verá
como las Escrituras afectará su forma de hablar y accionar (Lucas 6.45)
Josué necesitaba un entendimiento claro en
cuanto a su objetivo como líder del pueblo de Israel. ¿Qué líder no desea que
le vaya bien en su misión encomendada por Dios? ¡A todos!
¿Cuál era la forma de triunfar?
¡Exacto!, meditando en Su Palabra y guardándola.
¿Te has detenido a meditar en su Palabra hoy?
Piensa, pasamos en nuestros días afanados con
demasiadas cosas en nuestras mentes, muchas cosas son infértiles y lo sabemos.
No tienen nada de provecho. Quizá te espere un largo camino como Josué. Quizá
te esperen más angustias como Josué. Pero ahora Dios a través de Su Palabra te
recuerda:
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la
ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas
conforme a todo lo que está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino,
y todo te saldrá bien” Josue 1.8
¡Medita en Su Palabra! Tomate tu tiempo. Aleja
tu celular o apágalo. Ponte comodo/a, ora y alista tu corazón, que mientras
medites en SU Palabra, Dios te hablará y traerá claridad en tu vida. Te lo
aseguro. No desistas. Dios es la respuesta.
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